¡pica!

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sábado, 29 de mayo de 2010

EL ÚLTIMO SUEÑO AMERICANO



Y digo último en tanto que más reciente no porque no vayan haber más, supongo. De hecho, estoy hablando de César Millán, el encantador de perros. Es un adiestrador de perros, nada más insulso, pero que se ha convertido en una estrella de la televisión con su programa en el que “rehabilita perros” (tiene un clínica de rehabilitación para chuchos) y sus teoría del líder de la manada se ha ganado la audiencia. Pero lo curioso es que resulta que él era un emigrante mejicano ilegal que trabajaba en una peluquería canina. Hace poco leí que de hecho cruzó la frontera de Tijuana a pie con la esperanza de una vida mejor en Estados Unidos, vamos el clásico sueño americano, y en su caso ha sido así. Ahora el tío está forrao. Se ha hecho famoso y tiene seguidores por todo el mundo, porque además del éxito de su programa de televisión también vende libros como churros.

Pero a lo que yo iba con toda esta historia es que César Millán es un caso más que de vez en cuando saltan a la palestra y te dicen: si persigues tus sueños al final se harán realidad. Eso que nos han dicho siempre desde niños y tu dices: ¡¡síiii, perseguiré mis sueños!! Y seré un actor/actriz famoso y forrao de pasta o seré cualquier cosa pero eso sí rico como el que más. Sin embargo, cada vez que sale un nuevo actorcito de éxito en la tele, o alguna nueva estrella del pop, etc, si investigas un poquito, descubres que todos son hijos de, nietos de o sobrinos de. Así que, chicos, en verdad tenemos poquito que hacer y sospecho que incluso César Millán, que en sus libros cuenta su biografía y se empeña en mostrar que él ha salido del atolladero para llegar a lo más alto, probablemente tuvo un buen mesías y nunca fue ni tan pobre ni tan desgraciado como pretende. Porque la realidad es que si pretendes perseguir tus sueños más vale que tengas un buen enchufe. Eso me recuerda también la facilidad con la que la gente se llena la boca con la palabra sueños como si fueran algo que en sí pues tampoco es nada, porque al final lo que todos soñamos es ser ricos. Se nos ha educado para eso, es más se nos ha programado para tener ese deseo y trabajar siempre para conseguirlo y sin perder la esperanza puesto que si dejáramos de querer ser ricos también dejaríamos de trabajar como esclavos.

1 comentario:

  1. que grande!, es verdad, esto de que siempre que alguien triunfa es hijo de... o nieto de... lo unico que hacen es perpetuar el status quo imperante, es decir, ellos 8y sus hijos) igual de ricos y tu igual de pobre que tus padres.
    No hay nada de malo en perseguir un sueño, siempre que aceptes claramente que de eso se trata , de un sueño, y ya que los sueños no son realidad.Ademas tambien debes aceptar que te puedes quedar a medio camino y con el rabo entre las piernas si has apuntado muy alto osea que yo prefiero una realizacion personal a medio plazo, sin perder de lejos el horizonte ni la realidad imperante que es la de que soy igual de proletario que mis padres i probablememente nunca llegue a rico. pero lo asumo :P

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